Wednesday, March 3, 2010

Little Thoughts (cont.)

Spoiler (apenas semi-spoiler) de cierta novela de King.


Aquí estamos, en el fin del mundo.

Es lo que piensa Clayton Riddell, un tipo que no llega a sus 40 años, mientras sostiene a Alice Maxwell, su amiga de 15 años, que acaba de ser malherida con un piedrazo en la cabeza por un par de idiotas que quisieron cobrar una venganza estúpida e infantil. Están en el medio de una carretera, tirados en el piso entre decenas y decenas de autos abandonados hace ya tiempo. Y ni Tom McCourt, un tipo sofisticado de mediana edad, ni Jordan, el casi-adolescente que se les unió hace sólo días, pueden reaccionar adecuadamente. Sí, Tom intenta alcanzarlos con un rifle automático, pero no logra controlarlo mientras escapan sobre ruedas y al darse vuelta y ver la situación de una persona apreciada, alguien que los acompaña desde el principio, grita y se desespera y ahora qué y...

Entonces sí, en verdad reaccionan adecuadamente. Porque es verdad... están ahí, están en el fin del mundo. Uno compartido, el que viven todos, los pocos que quedan. Y también uno personal. ¿Acaso no todos tenemos "fines del mundo"? No sólo al llegar la muerte propia o ajena. Están esas situaciones que se sienten como un cambio, un giro brusco de 180º. Quedamos mirando para el otro lado y nos preguntamos: ¿Qué mierda pasó? ¿Porqué así y no de otra forma? ¿Significa algo? Lo peor es que nunca sabemos si es para bien o para mal.

Lo de Clayton Riddell es una escena de Cell, una novela post-apocalíptica muy atrapante (cuándo no) de Stephen King. Y por alguna razón que a veces ubico bien y otras se me escapa, es una escena que me deja terriblemente triste. Se me queda en la cabeza por horas. Releo las palabras una y otra vez y... me llegan.

~~~~~~~

Después de todo, aún siento enojo y esa furia pasiva. Contra mí, contra vos, contra todo por ser así. Yo no sé si se nota, si alguien que me ve piensa "a este chico le pasa algo". No voy por ahí con cara de asesino, puteando o algo por el estilo. Sólo estoy así nomás, con la misma cara de serio. Por ahí si alguien semi-conocido de ver todos los días me mira, lo saludo. Si no, ni me molesto. Sonrío mucho menos, ajá. ¿Chistes? Pocos. ¿Hablar? Jajajajaja...

No es que me gusta estar así. Daría lo que fuera, cualquier cosa por dar vuelta todo, ¿pero qué puedo dar si directamente no se presenta una forma de dar?
¿Y ahora qué hago? Esa es mi pregunta. Y la reputa madre que los parió, no sé si a alguien le pasó algo como... esto, les voy a dar un ejemplo que estoy seguro todos vivieron alguna vez.

Rendís un examen, sentís que te fue para el orto, sabés que la cagaste mal por estúpido. En los días hasta que te den el resultado, te la pasás cagándote a pedos, ¿no? Sin embargo, en esos días, seguro aunque sea UNA VEZ de repente tuviste un pequeño pensamiento, uno optimista. Muy, muy de repente pensaste "pero... por ahí me fue bien!"
Te lo creés de verdad por segundos, minutos, horas o lo que sea. Creés que es así, tiene que ser así. "¡Se que me fue bien!"
Pero pasan esos segundos, minutos, horas o lo que sea y ya no es así. Se te fue al carajo el puntito de esperanza, desapareció tan rápido como apareció, PUFF en una nube de humo. Y volvés a la realidad/pesimismo.

Eso es lo que siento yo ahora, lo que me pasó por la cabeza hace 5 minutos al escribir esto. Lo que me pasa desde hace semanas, meses, whatever. Sentir por un tiempo que por ahí algo va a cambiar y todo va a estar bien, mejor que antes y que ahora. Pero se va todo a la mierda. Así a cada puto rato. It sucks. This sucks. No se lo deseo a nadie. Ya casi ni ganas tengo de afeitarme y estoy hecho un inexpresivo.
En fin, ¿qué hago? Me lo pregunto a mí y a alguien y algo y al aire y a todo.

Es gracioso, cómo siempre fui imparcial a todo lo que se califique como "recibir señales". Sin embargo, en momentos de necesidad, me abro un cacho más a la idea. Y si pasa algo y lo considero realmente relevante, conectado, que parece que anduvieron leyendo mi estado y mis pensamientos durante días y días, entonces esa "señal" me pega.

Porque estaba en el balcón. Vivo en un 5to. piso. Estaba ahí, sentado en el balcón leyendo esa novela, Cell. Y de no sé dónde mierda vino un pedazo muy uniforme de ceniza, del tamaño de un celular, ceniza de esas que vuelan cuando quemás un diario o papel. Y vino volando muuuuuuy lentamente para quedarse exactamente en medio del libro abierto, mientras leía. Me tapó las palabras, la miré, miré a los alrededores para ver si había más flotando por ahí (no) y la miré de vuelta.
La agarré con mucho cuidado para no romperla y dejé que siguiera volando por ahí. ¿Señal o no señal? Pensé un ratito. Y seguí leyendo.

¿Y ahora qué hago?

L.

0 comments:

Post a Comment